Antes de que la Penicilina fuera introducida a la práctica clínica, ya se sabia de la existencia de enzimas, capaces de hidrolizar el anillo ß lactamico del antibiótico. En la década de los 40, comienza la batalla de la industria farmacéutica contra las bacterias, tratando siempre de contrarestar con nuevas moléculas, los cada vez más numerosos mecanismos de resistencia de los microorganismos.
Aunque el fenómeno de la resistencia antmicrobiana, es común a caso todas las especies de bacterias, solo algunas cuantas lo han desarrollado de una magnitud tal, que se ha convertido en un verdadero problema de salud pública, oscureciendo el pronóstico clínico en algunos casos e incrementando los costos en salud.
Los gérmenes “problema”, son las denominadas bacterias multiresistentes (BMR), generalmente de tipo intrahospitalario y comprenden. Staphylococcus aureus meticilino resistente (SAMR), el Staphylococcus aureus con sensibilidad disminuida a la vancomicina (VISA), Enterococcus vacomicino resistente (EVR), Pseudomona aeruginosa, Acinetobacter baumanni panresistente y las enterobacterias productoras de ß lactamasas de espectro extendido (BLESS).
-Tipos de Resistencia Bacteriana:
La resistencia bacteriana puede ser de dos tipos: intrínseca o adquirida.
a- Resistencia Intrínseca:
Es aquella que se desarrolla en forma natural en ausencia de mecanismo de presión de selección antimicrobiana (no hay exposición previa a antibióticos); esto implica que no todas las especies bacterianas son susceptibles naturalmente a los antimicrobianos. Ejemplos de este tipo de resistencia es la del Mycoplasma a los antibióticos ß lactamicos, ya que debido a la ausencia de pared (peptidoglicanos) en este tipo de bacterias el antibiótico no tiene sitio donde actuar; otro ejemplo de resistencia intrínseca lo muestra la Pseudomonas que es resistente natural a los macrólidos, dado que este tipo de sustancias son hidrofóbicas y la membrana externa de la Pseudomonas tiene muy baja permeabilidad para las sustancia hidrofóbicas.
b- Resistencia Adquirida:
Este tipo de resistencia, puede ser visto desde dos puntos de vista, uno bioquímico y otro genético. Desde el punto de vista bioquímico tenemos los siguientes mecanismos:
1-Producción de enzimas que inactivan el antibiótico. Eje: Síntesis de ß lactamasas.
2-Modificación de un sitio diana intracelular. Eje. Resistencia de la estreptomicina mediante modificación del ribosoma.
3-Modificación del sitio diana extracelular. Eje: Cambio de la PBP2 por una PBP2a, que realiza el S. aureus meticilino resistente.
4-Disminución de la permeabilidad de la membrana celular. Eje: Resistencia de la Pseudomonas al Imipenem.
5- Salto del proceso metabólico inhibido o bloqueado por el antibiótico. Eje: Resistencia al Trimetropin/Sulfa.
Desde el punto de vista genético, la resistencia adquirida puede ser un fenómeno temporal (llamado también adaptativo), ya que depende de las condiciones de crecimiento del germen; por ejemplo la E. coli es resistente a los aminoglucócidos cuando crece en condiciones anaerobias. También puede ser de carácter permanente en el caso de que existan mutaciones o adquisición de material genético extrínseco a través de plasmidos, trasposones, integrones. Los plásmidos y transposones son elementos genéticos móviles donde se transportan los genes de resistencia. Los plásmidos son fragmentos de DNA bacteriano con longitud variable, algunos con capacidad para replicarse independiente de la maquinaria genética que dispone la célula, lo que les da el apelativo de conjugativos y no conjugativos según esta capacidad. Por otro lado los transposones son secuencias de DNA (doble cadena) que pueden ser traslocados entre cromosomas o de un cromosoma a un plásmido o entre plásmidos, gracias a un sistema de recombinación propio; esto sumado a la capacidad de los plásmidos de trasladarse de una célula a otra, durante la conjugación, permite la adquisición de genes de resistencia entre bacterias de la misma especie o especies distintas lo que facilita la expansión epidémica de la resistencia. Algunos plásmidos y trasposones poseen elementos génicos denominados integrones, que les permite capturar varios genes exógenos determinando la aparición de una resistencia a varios antibióticos (resistencia múltiple).
Los antibióticos por si solos no pueden generar mutaciones. El desarrollo de resistencia inducida por el uso de antibióticos, depende de la selección de cepas que previamente habían mutado y que son resistentes, obedeciendo la teoría de Darwin, de selección del más fuerte.
No solo la presión antibiótica, estimula el desarrollo de genes de resistencia, otro factor que influye es la selección medio ambiental. Existen genes relacionados con mecanismos de resistencia que tienen otras funciones diferentes a la adquisición de resistencia antimicrobiana, como participar en funciones metabólicas (ß lactamasas y síntesis de la pared celular), de protección contra elementos tóxicos medioambientales (bomba de eliminación de sales biliares en el caso de E. coli, que se ha relacionado con resistencia a múltiples drogas). Esto puede ser en algunos casos una desventaja, ya que aunque genera un patrón de resistencia importante, puede dejar a la bacteria en condiciones de inferioridad en términos de adaptación e incluso virulencia. Eje: El neumococo resistente a la penicilina requiere un mayor inoculo para producir neumonía que los sensibles. Esto demuestra que: Resistencia no es sinónimo de virulencia.
-Mecanismos de Resistencia Bacteriana:
1- Disminución de la Captación del Antibiótico:
Hace referencia a la disminución de la permeabilidad de la membrana al antibiótico. Constituye el mecanismo por medio del cual muchas bacterias gram negativas naturalmente no permiten el paso de moléculas hidrofóbicas como la Eritromicina a través de la membrana plasmática externa, dado la presencia de lipopolisacaridos en esta. Otro mecanismo de resistencia son las mutaciones en las porinas, que conlleva a cambios en su estructura o en el numero impidiendo el ingreso de los medicamentos; este es el caso de la P. aeuroginosa que mediante una mutación de la porina OprD, hace que esta porina este ausente en la membrana, con lo cual adquiere resistencia al Imipenem, al no poder ingresar este a la bacteria
2- Remoción del Medicamento de la Célula:
Considerado uno de los principales mecanismos de resistencia; consiste en bombas de reflujo de medicamentos dependiente de energía (expulsa el antibiótico una ves ha entrado a la bacteria) Se comporta como la bomba de sodio/potasio, que actúa en contra de un gradiante de concentración, pero en este caso no intercambia electrolitos, sino que expulsa antibióticos. Los altos niveles de resistencia se deben a la sobreproducción intrínseca de estas bombas de reflujo o a la adquisición extrínseca de genes que los codifican. Ejemplos de transportadores específicos son las bombas de expulsión de antibióticos de la familia de los macrólidos y lincosaminas, que le dan la resistencia al neumococo contra estos antibióticos; otros ejemplos de este tipo de resistencia lo muestran la E. coli que mediante una bomba de reflujo de antibióticos se hace resistente a la tetraciclina, eritromicina, y algunas fluoroquinolonas, y la Pseudomonas aureginosa que adquiere multiresitencia mediante sobreexpresión de genes de reflujo.
3-Inactivación o Destrucción del Agente Antimicrobiano Mediante Actividad Enzimática:
Si el germen no ha evitado que entre el antibiótico, o no ha sido capas de expulsarlo una vez ha ingresado a la bacteria, le queda un camino que es inactivar o destruir el antibiótico; para esto las bacterias han desarrollados mecanismos enzimáticos para defenderse de los antimicrobianos. El principal exponente de este mecanismo de resistencia lo constituyen las, un grupo de enzimas que tienen la capacidad de inactivar o modificar antibióticos ß lactamicos como los carbapenems, penicilinas y cefalosporinas, y de las cuales han sido descritas una gran cantidad.
Las ß lactamasas son producidas por una gran variedad de bacterias que incluye especies de gram positivos, gram negativos y anaerobios. Estas pueden ser codificadas por genes en cromosomas o plasmidos. Las ß lactamasas en las bacterias gram negativas, se encuentran en el espacio periplásmico, y en las gram positivas como carecen de membrana externa, las ß lactamasas son excretadas al medio exterior. Los diferentes tipos de ß lactamasas varían en su capacidad de inactivar un ß lactamico determinado y en su susceptibilidad a inhibidores como el clavulanato, sulbactam y tazobactam. Existen muchos tipos de ß lactamasas y clasificaciones para esta, pero dos tipos revisten verdadera importancia: ß lactamasas de espectro extendido (BLEES) y cefalosporinasas mediadas cromosómicamente (AMP-C).
a- ß lactamasas de espectro extendido (BLEES):
Las BLEES son enzimas producidas por enterobactrias, que hidrolizan los antibióticos ß lactamicos incluyendo cefalosporinas de tercera y cuartea generación, y el aztreonam. Estas enzimas derivaron de mutaciones de las ß lactamasas de amplio espectro TEM y SHV, presentes en la mayoría de las enterobacterias, pero principalmente de K. pneumoniae y E. coli (aunque han sido identificadas en Proteus, Serratia, Enterobacter y Salmonella).
Diferentes mecanismos pueden mediar una expresión de alto nivel que lleve al surgimiento de variantes productoras de BLEES, entre estos se incluyen alteraciones en el promotor o traslocaciones del gen al plásmido. A su vez las BLEES se pueden adquirir por:
- Transferencia de plásmidos
- Transferencia de genes de resistencia mediada por cromosomas
- Mutaciones espontáneas
- Selección de gérmenes resistentes favorecida por el uso de antibióticos de amplio espectro, especialmente cefalosporinas de tercera generación, aunque se han descrito otras moléculas como el cefoxitin y la gentamicina que favorecen su aparición.
Este mecanismo de resistencia no solo es usado para los ß lactamicos sino también para otro grupo de antimicrobianos como los aminoglucócidos (acetiltransferasas, adeniltransferasas, fosfotransferasas) y macrólidos (esterasas y fosfotransferasas).
b- Cefalosporinasas Mediadas Cromosómicamente (AmpC):
Este tipo de ß lactamasas puede ser inducido por la exposición a antibióticos ß lactamicos. Esto se debe a la presencia en estos microorganismos de un gen regulador denominado AmpR, el cual en condiciones de crecimiento normal tiene la función de reprimir la expresión de AmpC. Cuando el germen se exponen al ß lactamico estos causan disrupción de la pared celular produciendo un aumento de muropeptidos en el citoplasma, los cuales bloquean el gén AmpR, al estar bloqueado este, se pierde su efecto represor sobre AmpC, generando una sobreproducción de ß lactamasas AmpC, convirtiendo gérmenes inicialmente sensibles en mutantes resistentes, esto es mas probable con los siguiente microorganismos (tenga en cuenta la sigla AMPCES):
Acinetobacter
Morganella
Proteus/Providencia
Citrobacter
Enterobacter
Serratia
La expresión de ß lactamasas AmpC en organismos con AmpC inducibles, se puede dar sin la exposición a ß lactamicos, ya que todas las bacterias gram negativas tienen un sistema de reciclaje de muropeptidos para la síntesis de peptidoglicano, para la reutilización de estos es esencial una enzima la AmpD amidasa. La mutación de esta enzima ocasiona una acumulación citoplasmática de muropeptidos, ya que estos no pueden ser reciclados, lo que se traduce en una inactivación secundaria de la AmpR, con lo que se desreprime el gen AmpC, llevando a un aumento de la ß lactamasa AmpC constitutiva en ausencia de ß lactamicos.
4- Modificaciones del Sitio Diana:
La alteración ó modificación del sitio de unión del antimicrobiano se traduce en una perdida de la afinidad y por tanto lo imposibilita para realizar la destrucción del microorganismo. Esta mutación se puede dar a nivel de los ribosomas (modificación del sitio diana intracelular) como ocurre con la resistencia a macrólidos y lincosamidas (Clindamicina), en la que la adición de grupos metilo a la unidad 50s del ribosoma impide la acción de los medicamentos. Este mecanismo esta descrito en anaerobios y S. aureus; y son muy similares a los mecanismo de resistencia para tetraciclinas y aminoglucócidos.
La modificación del sitio diana puede ser extracelular como ocurre con la resistencia del S. aureus y S. pneumoniae, que se da por modificación de la enzima blanco en la pared bacteriana, mediante la presencia de un gen Mec A, que codifica una PBP modificada la PBP2a, para la cual no tienen afinidad los ß lactamicos. Esta estrategia de disminución de afinidad por las PBP, también la presentan el H. infuenzae y la N. meningitidis.
Finalmente otra modificación del sitio diana (extracelular) se da en los enterococos, los cuales mediante genes denominados van HAX, crean una vía metabólica alterna que cambia el sustrato de acción de la vancomicina D-alanina por D-lactato, el cual puede formar parte de la pared bacteriana, pero la vancomicina no tiene afinidad por este.
5- Modificación de la Vía Metabólica:
El ejemplo clásico de este mecanismo de resistencia es la resistencia a las sulfonamidas las cuales utilizan una vía metabólica alterna para la síntesis de Acido fólico, y así evitarla acción del medicamento.
-Casos específicos de resistencia bacteriana
En la primera parte hemos hablado de los principales mecanismos de resistencia bacteriana .Existen algunos gérmenes y casos especiales que vale la pena mencionar por su importancia clínica:
Enterococos resistentes a Vancomicina:
Existen varios tipos de resistencia a vancomicina los cuales son mediados por transposones facilitando la transmisión del mecanismo a otros bacilos gram negativos e incluso gram positivos con consecuencias severas al dejar sin uno de los más valiosos antibióticos a la institución afectada.
Existen 3 fenotipos de resistencia a vancomicina por Enterococcus:
• Fenotipo VanA: Alto nivel de resistencia a vancomicina (> 64 ug/ml) y resistencia a
Teicoplanina (> 16 ug/ml). Más frecuencia en E. fecales y E. faecium.
• Fenotipo VanB: Bajo a alto nivel de resistencia a vancomicina (16-512 ug/ml), sin
resistencia a Teicoplanina.
• Fenotipo VanC: Resistencia intrínseca de bajo nivel (MICS 2-32 ug/ml). Mayor
frecuencia en E. caseliflavus, E. gallinarum, E. flavescens.
Estos tipos de resistencia del enterococo son de gran importancia, ya que constituyen un desafío terapéutico con incalculables repercusiones clínicas y económicas._________________________________________________________________________________ | |||
DR. CARLOS PÉREZ | |||
MD Infectólogo | |||
Director Científico | |||
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